sábado, 8 de diciembre de 2012

La Purísima Concepción, de Murillo.



 
     Queridos amigos, hoy celebramos el día grande de la Inmaculada Concepción de María, nuestra Madre, y llenos de felicidad y alegría, dispongámonos a pasar un día de fiesta, acompañándola a Ella, la toda pura, la toda bella, sin mácula, sin mancha, concebida Inmaculada, la más hermosa de todas las mujeres, la elegida por Dios, para traer al mundo a su Hijo, el regalo más grande para la humanidad, en su "SI", María, nos dió la salvación al mundo, por eso es tan importante, que pensando estas cosas, vivamos este día con nuestra Madre, lleno de Amor y Felicidad.

     Pero yo, hoy como pintora, quiero traeros a un hombre, que nació en Sevilla, en el año 1.617, y el día de su bautismo, recibió el nombre de Bartolomé Esteban Murillo, su madre, lo ofreció al Señor, consagrándolo al servicio de La Virgen María.

     Años después, su madre quería que fuera sacerdote, y su padre mercader, pero él a los 12 años dijo que quería dedicarse al arte, después de las pertinentes pruebas que le hizo, el gran pintor Juan del Castillo, dijo a sus padres estas palabras: "Dios ha puesto gran destreza en sus manos y muchos sueños en su corazón".

     De todas las imágenes de María, que consagró con su paleta y sus pinceles, os he traído esta, porque para mi es una de las más bonitas, todas lo son, pero ésta en especial fue rescatada, después de haber sido saqueada por los franceses en Sevilla y llevada a Francia a engrosar una colección particular,  a la muerte del coleccionista, pasó al Museo del Louvre, que la adquirió en subasta, por la cantidad de 615.300 francos oro, en aquellos momentos fue la cantidad más elevada que había pagado el Museo por ninguna pintura.


     En el año, 1.941 el gobierno español, decidió cambiarla por un cuadro de Velazquez de Mariana de Austria, al Museo Parisino del Louvre, este aceptó el cambio, y la preciosa imagen de María, pintada por  Murillo, volvió a tierras españolas, pero esta vez al Museo del Prado en Madrid, para que todos los españoles pudieran contemplar tan magna obra de tan ilustre pintor, es un óleo sobre lienzo, pintado en el año 1.678, y sus medidas son 274 cm x 190 cm., divina imagel de María, pisando la luna y mirando al cielo, en un espacio empíreo, habitado de luz, y rodeada de maravillosos querubines.

     Bartolomé Esteban Murillo, fue el pintor español, que dió a conocer a La Inmaculada dos siglos antes que el dogma de la Iglesia fuera pronunciado.

                   Feliz día a todos y que Nuestra Santísima Madre nos proteja..

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